
Desarrollo mi actividad laboral en una televisión cuya principal actividad es la de producir informativos y estoy acostumbrado a ver como trabajan los periodistas. Y me resulta muy curioso ver como utilizan ciertas coletillas que, aunque son muy útiles a la hora de explicar ciertas situaciones, son técnicamente incorrectas. Una de estas coletillas es la de "el error informático".
El error informático (cuando lo enfocamos como un error del ordenador) por definición no existe. El ordenador no tiene capacidad de decisión por lo que en consecuencia no tiene la posibilidad de equivocarse. El mal llamado error informático suele tener un componente humano en el 100% de los casos. Suelen ser errores de operación del software, errores a la hora de introducir los datos o un bug de programación, pero en ningún caso el error es del ordenador. Incluso cuando hablamos de "inteligencia artificial" tampoco podemos decir que el ordenador tome decisiones erróneas, al menos de la manera en que lo hacemos los humanos. Por ejemplo en una partida de ajedrez, el ordenador no analiza la posición de las fichas, ni intenta buscar una jugada que deje al adversario sin su reina, ni trata de imaginar qué puede hacer su rival en la próxima partida según su estrategia. O al menos no lo hace como lo haría un ser humano. Hay que darse cuenta de que un ordenador y el cerebro humano son máquinas totalmente diferentes. Un ordenador puede realizar con mucha facilidad operaciones aritméticas simples como sumas o restas. Un humano necesita varios años de madurez y formación para poder realizarlas correctamente, sin embargo un bebé de pocos meses ya puede reconocer la cara de su madre. Esta es una tarea terriblemente compleja para un ordenador.
Pero volviendo a la partida de ajedrez, el ordenador no piensa. Simplemente se limita a encadenar cientos de movimientos y proyectarlos en el futuro para evaluar, mediante una regla matemática, la situación más favorable. El ordenador se limita a realizar combinaciones de estos movimientos al azar y se queda con la que proporcionará la mejor situación. Y ya está. Se trata simplemente de capacidad de cálculo. Por lo que si el ordenador elige un movimiento incorrecto es porque, sencillamente, la regla que el programador le ha dado para valorar la situación es errónea.
Los ordenadores funcionan con unos y ceros y por lo tanto son deterministas. Esto significa que en la misma situación y en las mismas condiciones son totalmente predecibles y siempre actúan de la misma manera. Por lo tanto no pueden equivocarse.
Pero que más da. No dejemos que ciertas connotaciones técnicas nos dejen sin tan fabuloso recurso periodístico. He visto en la prensa algunos titulares como "Un error informático de DGT impide a los ciudadanos pagar sus multas durante dos días" o "Desahuciado por un error informático". Y aunque la susodicha frase sea un filón periodístico, los ordenadores no se equivocan. Detrás de la excusa siempre hay algún tuerce botas que ha metido la pata hasta el fondo. El atentado de algún negligente que sabe que todo cabe dentro del error informático y que con un poco de suerte, no habrá más preguntas incómodas.
El error informático (cuando lo enfocamos como un error del ordenador) por definición no existe. El ordenador no tiene capacidad de decisión por lo que en consecuencia no tiene la posibilidad de equivocarse. El mal llamado error informático suele tener un componente humano en el 100% de los casos. Suelen ser errores de operación del software, errores a la hora de introducir los datos o un bug de programación, pero en ningún caso el error es del ordenador. Incluso cuando hablamos de "inteligencia artificial" tampoco podemos decir que el ordenador tome decisiones erróneas, al menos de la manera en que lo hacemos los humanos. Por ejemplo en una partida de ajedrez, el ordenador no analiza la posición de las fichas, ni intenta buscar una jugada que deje al adversario sin su reina, ni trata de imaginar qué puede hacer su rival en la próxima partida según su estrategia. O al menos no lo hace como lo haría un ser humano. Hay que darse cuenta de que un ordenador y el cerebro humano son máquinas totalmente diferentes. Un ordenador puede realizar con mucha facilidad operaciones aritméticas simples como sumas o restas. Un humano necesita varios años de madurez y formación para poder realizarlas correctamente, sin embargo un bebé de pocos meses ya puede reconocer la cara de su madre. Esta es una tarea terriblemente compleja para un ordenador.
Pero volviendo a la partida de ajedrez, el ordenador no piensa. Simplemente se limita a encadenar cientos de movimientos y proyectarlos en el futuro para evaluar, mediante una regla matemática, la situación más favorable. El ordenador se limita a realizar combinaciones de estos movimientos al azar y se queda con la que proporcionará la mejor situación. Y ya está. Se trata simplemente de capacidad de cálculo. Por lo que si el ordenador elige un movimiento incorrecto es porque, sencillamente, la regla que el programador le ha dado para valorar la situación es errónea.
Los ordenadores funcionan con unos y ceros y por lo tanto son deterministas. Esto significa que en la misma situación y en las mismas condiciones son totalmente predecibles y siempre actúan de la misma manera. Por lo tanto no pueden equivocarse.
Pero que más da. No dejemos que ciertas connotaciones técnicas nos dejen sin tan fabuloso recurso periodístico. He visto en la prensa algunos titulares como "Un error informático de DGT impide a los ciudadanos pagar sus multas durante dos días" o "Desahuciado por un error informático". Y aunque la susodicha frase sea un filón periodístico, los ordenadores no se equivocan. Detrás de la excusa siempre hay algún tuerce botas que ha metido la pata hasta el fondo. El atentado de algún negligente que sabe que todo cabe dentro del error informático y que con un poco de suerte, no habrá más preguntas incómodas.
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