"Fin de ciclo". Fue lo primero que pensé cuando confirmé que me habían excluido de la lista de personal subrogado para la nueva etapa de la TV Canaria por tener un cargo de director. Y como yo, al resto de compañeros de la dirección. Fue la misma sensación que cuando te deja tu novia sin darte ninguna explicación y extrapolando la situación al mundo laboral también sentí que me estaban dando calabazas. "Hemos considerado que debemos abrir una nueva etapa en el proyecto de la Televisión Canaria. Pero tú no estás invitado".
Comencé mi relación con la TV Canaria en SOCATER (anterior concesionaria) en junio del 99 y fui miembro del equipo fundador de la televisión. Recuerdo hacer mi entrevista de trabajo entre ruido de martillos neumáticos y nubes de polvo en la antigua discoteca KU, ya que el centro estaba en construcción y aun no se había empezado a emitir. Desde entonces han pasado 19 años muy intensos y dónde con mucha dedicación y pocos medios, hemos sacado una televisión adelante. Han sido años de buenos y malos momentos. De fines de semanas pegados al teléfono, de madrugadas resolviendo problemas en una sala de servidores y de horas de sueño perdidas buscando soluciones. Hemos pasado por dos cambios de centro (con sus respectivas obras), las primeras emisiones del canal, dos inundaciones, un cambio de adjudicatario (esta vez con todos los trabajadores subrogados), cuatro huelgas e innumerables problemas para mantener la televisión en el aire. Muchas horas arrabetadas a la familia desde el convencimiento de estar haciendo algo importante. Una televisón hecha para canarios y por canarios. Pero de pronto tú no estás invitado a continuar en la fiesta.
Comencé desde abajo, como técnico informático y he ido ascendiendo mediante promociones internas. Primero como Jefe de Informática y posteriormente como Director de Sistemas y Emisiones en el año 2008. Dos departamentos terriblemente sensibles a los errores humanos y a los problemas técnicos. Quiero pensar que estos ascensos han sido como consecuencia de mi trabajo durante estos años y al reconocimiento de mis jefes (Pepe Saigí, Ubaldo Rodríguez, Chema Martínez y Anuska Simón). Jefes que han sido treméndamente exigentes conmigo, lo cual les agradezco porque me han ayudado a crecer profesionalmente. Pero resulta irónico comprobar cómo esta progresión y esfuerzo, en lugar de afianzarme, ahora me excluyen del proyecto.
Ahora toca defender en los tribunales el legítimo derecho a la subrogación de las personas que hemos sido injustamente apartadas de este proyecto. Todo en la vida tiene un principio y un fin. Pero cuesta entender por qué muchos profesionales que llevamos años dedicados a este proyecto con profesionalidad y entrega hemos sido señalados a pesar de haber estado desde los inicios de la televisión, de haber sido subrogados con anterioridad, y de no tener un contrato de alta dirección con Videoreport Canarias. El desprecio hacia tantos años de experiencia y hacia todo lo que tenemos que aportar a un servicio público que se paga con los impuestos de los ciudadanos. Nuestro delito, que en la firma de nuestro correo electrónico aparezcan las palabras "Director de ...".
La vida está llena de etapas que se abren y se cierran, de personas que van y vienen y es muy gratificante tener la conciencia tranquila respecto a tu compromiso y a tu profesionalidad. Han sido 19 años de grandes experiencias como profesional. Montar una TV desde cero varias veces con todo lo que ello conlleva. Proyectos y desafíos que me han curtido y convertido en el profesional que hoy soy. Pero el botín no sólo es profesional. En este proyecto conocí a mi mujer y madre de mis hijos y me llevo a un puñado de amigos para toda la vida. He vivido allí dentro momentos muy felices que nunca olvidaré. Y aunque también han habido momentos muy duros me quedo con todo lo bueno. Con la cabeza alta, la conciencia tranquila y con algo de vértigo cierro este ciclo con la mente puesta en el siguiente reto que esté por llegar. De momento a descansar y recuperarme de este último año que ha sido una locura de trabajo y sobresaltos.
Dicen que cuando la seguridad sale por la puerta, las oportunidades entran por la ventana así que creo que lo mejor está por llega. Estoy convencido.
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