Siempre he creído en el valor de airearse de cuando en cuando. Nuestra vorágine diaria nos sumerge en una espiral de tareas urgentes que no dejan tiempo a las importantes. A menudo nadamos entre montañas de obligaciones y trabajos ingratos sin preguntarnos si realmente tienen sentido y si están alineados con nuestros objetivos reales.
Por suerte hay veces en que uno se obliga a salir de la cueva y aunque a priori no parezca una actividad muy productiva, siempre se acaba agradeciendo acudir a ciertos eventos a los que uno es invitado sin saber muy bien por qué. Hace un par de semanas asistí a un evento organizado por itop consulting sobre una metodología hasta ese momento desconocida para mi. El lean IT Management. Se trataba de un evento muy bien montado al que invitaron a diferentes directivos de empresas canarias. Un evento de un par de horas con ponencias cortas y muy directas que consiguieron su objetivo. Despertar mi curiosidad sobre un conjunto de técnicas enmarcadas en una filosofía muy interesante que trataré de resumir en unos puntos muy concretos.
- La gestión Lean es una filosofía que pretende modificar los flujos de trabajo desde el producto final hacia los procesos iniciales, tratando de eliminar ineficiencias y tareas que no aportan valor añadido al producto final.
- Es una filosofía muy sencilla orientada al cliente que persigue unos objetivos muy claros. Si una tarea no aporta valor al producto final o al cliente ¿para qué hacerla?
- Cualquier tarea o recurso que no aporta valor al cliente es un desperdicio. Uno de los pilares de Lean es la continua detección y eliminación de desperdicios.
- A la hora de poder evaluar las tareas y su impacto en el producto final es muy importante poder medir. Hay que plantearse muy en serio el objetivar todo lo que se haga.
- Hay que promover el liderazgo, la motivación y la innovación entre los trabajadores de la empresa. Gran parte del éxito de esta metodología se basa en darle poder a la gente y en cambiar la pasividad por la actitud proactiva. Preguntarle a los trabajadores qué cambiarían para ser más productivos. Los empleados por lo general sólo despliegan el 10% de su potencial. Aumentar esta cifra mejora mucho la productividad de la empresa. El jefe se convierte en facilitador y corrector.
- La identificación de los desperdicios es básica para mejorar la productividad. Para ello es necesario inculcar una cultura de mejora continua que siempre esté cuestionando la manera de hacer las cosas y tratando de buscar detalles que mejoren los procesos de trabajo.
- Lean es un cambio progresivo y no radical. Hay que vencer cierta resistencia inicial, pero una vez se pone en marcha, la motivación que produce hace que la metodología se asiente sola.
Como consecuencia de todo ello, obtenemos una organización flexible en constante sintonía con las exigencias del mercado y las necesidades del cliente. En una busqueda constante de la excelencia y con un personal implicado y motivado, donde los objetivos de la empresa son los suyos propios. Ya sé que suena muy bien, y que seguramente estarás pensando que no puede ser tan fácil. Pero la verdad que por lo general las ideas sencillas, bien combinadas producen resultados sorprendentes. Empresas como Telefónica o Repsol han incorporado lean a sus equipos de trabajo.
Quería agradecer a Toni Dorta la invitación al evento (he descubierto a un gran orador y ponente) y les invito a profundizar en esta técnica que promete tan buenos resultados sin poner tu empresa patas arriba. Esto pretende ser una breve introducción al concepto, pero Lean es bastante más complejo y tiene un montón de técnicas. Hay mucha información en internet y empresas que ya dan el servicio de implantación de Lean a otras compañías (itop entre ellas). Yo prometo seguir esta filosofía de cerca, por la parte que me toca. Tienen los videos de las ponencias colgadas de youtube. Aquí se las dejo para que les echen un vistazo.
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