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La programación es cosa de niños


Siempre es muy reconfortante dedicarle tiempo a esas tareas que nos gustan y nos satisfacen. Todos tenemos algunas actividades que nos causan grandes alegrías independientemente de trabajo que supongan y si podemos combinar dos de esas tareas, la satisfacción crece de forma exponencial. Yo he tenido la oportunidad de poder combinar dos de ellas. La programación y el poder ver la capacidad de los niños para aprender cosas nuevas. Les aseguro que la experiencia de explicarle a tu hijo cuatro conceptos básicos, ver como los asimila sin pestañear y en diez minutos verlo picando código es sencillamente impagable. Si tienes niños mayores de 6 años y quieres vivir algo así, esto te interesa.

Existen algunas aplicaciones que permiten a los niños empezar a hacer sus pinitos en la programación pero yo me voy a centrar en una de ellas. Robomind. Un entorno de programación muy sencillo, completamente gratuito para uso domestico y disponible para los principales sistemas operativos (Windows, Mac y Unix). En ella tienes un robot (elemento de mucho tirón para los niños) que se desenvuelve en varios escenarios y que puede realizar determinadas tareas como moverse, coger objetos, ver o pintar. Con estas acciones puedes conseguir que el robot pinte cualquier cosa en el suelo (el nombre del niño por ejemplo), siga una línea blanca, busque la salida en un laberinto o mueva objetos de sitio. Coge al niño y dile que es como Wally y que hará todo lo que él le diga, y enseguida se sentirá dueño del robot y te preguntará cómo empezar a escribir código.

En ese momento es cuando puedes introducirle algunos conceptos de buenas prácticas de programación. En Robomind puedes escribir comentarios (fundamental explicarle la importancia de documentar el código), crear procedimientos y rutinas y por supuesto puedes hacer bucles y sentencias condicionales. Los comandos no pertenecen a ningún lenguaje concreto y son muy intuitivos (adelante(n), norte(n), izquierda(), pintarBlanco(), tomar(), poner(),...). Además a parte de los mapas que vienen, puedes crear los tuyos propios con un simple sistema de edición de archivos de texto plano.

En definitiva, Robomind proporciona todo lo necesario para despertar la curiosidad del niño y plantearle retos interesantes. Pueden asimilar casi sin esfuerzo los conceptos básicos de la programación e introducirlos en este apasionante mundo haciendo lo que lo niños mejor hacen. Jugar. Si tienes la oportunidad coge al niño, enséñale lo que puede hacer con el robot, explícale lo que es un código fuente y muéstrale como funcionan las instrucciones. Ahora apártate, observa y deja que la curiosidad infantil haga el resto. En mi caso este fue el resultado.

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